LA MUNICIPALIDAD CLAUSURO EL BAR «LA LILI»

Así lo confirmaron desde la subsecretaría de Fiscalización y Control de la Municipalidad de la Capital,

luego de se hiciera público el amplio operativo policial y de control, realizado por los efectivos dependientes de la Unidad Regional 1.

Según se supo, el local estaba habilitado como «bar-restaurante» y funcionaba ilegalmente como «confitería bailable» en horario no autorizado por el organismo oficial. Además tenía autorización de ingreso de hasta 50 personas como máximo y se comprobó que en su interior había más de 150 personas que permanecían en el lugar, entrada la mañana del domingo.

Según las fuentes policiales consultadas por nuestro diario todo comenzó cuando los vecinos del lugar llamaron al Sistema de Emergencias 911, luego de que un hombre que permanecía en ese local había sido expulsado, estaba ensangrentado y no se podía mantener en pie, quedando tirado en la vereda de la avenida Almirante Brown al 2200.

Los efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar y llamaron a la puerta durante media hora aproximadamente y nadie atendía.

Los policías consultaron con el ayudante fiscal zonal sobre la situación y se dio lugar autorización para el ingreso por la fuerza, pero no fue necesario, ya que los encargados del local, finalmente decidieron abrir las puertas para que se lleve adelante el operativo.

Se procedió a labrar las actas correspondientes que transgredían las ordenanzas municipales, no solo por el exceso de capacidad, sino también por la falta de seguridad e higiene del local.

Todos esos registros fueron elevados a la Policía de la Provincia y al Juzgado de Faltas, para que se determine la clausura del local por parte de la Municipalidad a través del Juzgado de Faltas y también por Provincia mediante el Juzgado Contravencional.

El operativo estuvo encabezado por los efectivos de la seccional 6º, con el apoyo de los efectivos de la seccional 1º, efectivos del Grupo Especial de Operaciones Policiales (Geop), personal de la Brigada de Investigaciones.

Entre las personas que fueron demoradas, los efectivos identificaron a varias menores de edad, que tras los trámites de rigor fueron restituidos a sus tutores, además de varios que tenían pedido de captura y eran intensamente buscados por la Justicia de la provincia, por distintos hechos que se les endilgan.

El «after» conocido como «La Lili» es un espacio sumido en una aparente clandestinidad, que tiene más de 15 años de actividad comercial y los funcionarios policiales y municipales tienen pleno conocimiento de su existencia. Y lo que evidenciaría o permitiría, además, esta clandestinidad es que no existe presencia policial alguna en los alrededores de la conflictiva avenida.

Fuente  Tribuno Jujuy